viernes, 30 de enero de 2009

Religión Azteca


La religión mexica fue la síntesis de las creencias y tradiciones milenarias de los pueblos mesoamericanos, de una complejidad que implicaba la existencia misma, la creación del universo y la situación del ser humano respecto a lo divino, ligada estrechamente a la agricultura y a la lluvia. El concierto humano tenía en la naturaleza divina su razón de ser e implicaba diversos conceptos, de los que los mexicas fueron los herederos de un núcleo religioso mesoamericano construido a lo largo de muchos siglos. Según lo expuesto por el estudioso Filiberto Romo Aguilar, en la concepción mesoamericana la materia se integraba de una parte animada —visible, tangible— y otra con una carga interna con dos fuerzas, una luminosa, caliente y seca y otra fría, oscura y húmeda, semejante a la noción del cosmos (que sintetizaba una creencia cosmogónica en que la parte luminosa era la bóveda celeste hasta el sitio donde habitaba el sol —de característica masculina/paterna, productora de lluvia fecunda— y la oscura con el inframundo —femenina/materna receptora de la lluvia fecundadora y sitio de la concepción humana y natural—). Los dioses estaban integrados de forma variada por esas dos materias y mantenían una comunicación constante con los humanos, los que podían llegar a "alojar" en los cuerpos mundanos de forma intensa (convirtiendo al ser habitado en el dios mismo, como en las fiestas en que sacrificaban a un noble que era habitado por Xipe Totec) o de forma ligera provocando perversiones o virtudes. Estas fuerzas impregnaban todo lo habitado en la Tierra y su equilibrio caracterizaba el orden micro y macrocósmico, que debía ser mantenido. En el caso mexica, una sólida élite sacerdotal detentaba el poder de comunicación y de equilibrio como forma de sometimiento ideológico con el grueso de la población, neófita en las explicaciones cosmogónicas. Las fiestas religiosas tenían como fin equilibrar la voluntad creadora frente a la destructora o nociva y así garantizar la continuidad de los ciclos, desde el vital hasta el agrícola. Fue hasta los pueblos del Posclásico que la combinación de estas creencias junto a la de la necesaria renovación vital y reciclaje de las fuerzas vitales tuvo en la sangre humana la expresión viva del ritual de la continuidad. Por ello, se realizaban sacrificios ya fuera a los humanos invadidos de las fuerzas divinas y que eran inmolados con el fin de la renovación de los poderes de los dioses «humanizados» o en la búsqueda del alimento (el agua preciosa o atl-tlachinolli) vital para el aseguramiento del tránsito celeste. A partir de la reforma de Tlacaelel, se concretó la creencia para los mexicas de que la sangre era el alimento de Tonatiuh, el cual era transportado por el cielo en dos enormes serpientes. Esta creencia tiene su representación en la Piedra del Sol. Quetzalcóatl era un dios antiguo, anterior a los mexicas del cual hay diferentes versiones: Para algunos era el creador del hombre, mientras que para otros era un dios civilizador identificado como Prometeo. El mito de Quetzalcóatl es muy interesante para entender la reacción de los mexicas ante la llegada de los conquistadores. Este dios también es conocido como el dios del viento bajo el nombre de Ehecatl, que es una de sus formas, y otra de sus formas es la de dios del agua y dios de la fertilidad. Quetzalcóatl es considerado hijo de la diosa virgen Coatlicue y hermano gemelo del dios Xólotl. Como introductor de la cultura, él trajo al hombre la agricultura y el calendario, y es patrón del las artes y de los oficios. En un mito azteca el dios Quetzalcóatl permitió ser seducido por Tezcatlipoca, pero se arrojó a sí mismo a una pira funeraria lleno de arrepentimiento. Tras su muerte su corazón se convirtió en el lucero de la mañana, y como tal es vinculado con la divinidad Tlahuizcalpantecutli. En cualquier caso, este dios, descrito como un ser de rostro blanco y barbado, era un dios pacífico y civilizador, opuesto a los sacrificios humanos, que intentó detener esta práctica ritual. Al fracasar en su propósito, emigró hacia el este, prometiendo que un día regresaría en un año determinado de la cuenta maxica. Esto afectó en la actitud de los mexicas antes la llegada de los primeros españoles (Hernán Cortés).

Creado por: Aldo López

Llegada a la cuenca de México


Los mexicas fueron la última gran migración chichimeca al Altiplano Central, lo cual ocurrió entre los siglos XII y XIV. El mito mexica oficial enuncia su origen mítico en Aztlán, una isla originaria de donde partieron por designios divinos. La evidencia histórica muestra —a excepción de las hipótesis de Wigberto Jiménez-Moreno y Paul Kirchoff que las sitúan en la isla de Mexcaltitlán o en el sur de Guanajuato, respectivamente— que la idea de Aztlán responde como muchos otros simbolismos y difrasismos mexicas, a una concepción mítica y arquetípica del islote de México-Tenochtitlan, en el que el mito se fraguó ya con el esplendor de dicha urbe, además de que las fuentes documentales mencionan una asimilación de lo mesoamericano desde las primeras etapas de la migración. Según los mexicas, la salida de la isla se hizo en siete grupos o calpultin del que era el más fuerte los huitznahuaque, que tenían como dios tutelar a Huitzilopochtli, acompañados de los teomamaques o sacerdotes que portaban los diversos tlaquimilollis o bultos sagrados, que contenían despojos de los antepasados o diversos objetos muy sagrados para las aún tribus. El Códice Boturini enuncia la ruta oficial hecha por los mexicas, que incluyó sitios de Hidalgo y México de los que fueron sucesivamente expulsados. Para este tiempo muchos altepetl ya contaban con siglos de asentamiento y con un grado superior de civilización y asimilación de la tradición mesoamericana, de la que los mexicas abrevarán todo su conocimiento. El altepetl de Texcoco de los acolhúas incluso en la etapa de mayor esplendor mexica siguió conservando supremacía intelectual sobre México-Tenochtitlan (con una amoxcalli o casa de los libros esplendorosa) y una postura moral sobre los mexica de tipo noble y como poseedores de una toltecáyotl más antigua. Al arribar a la Cuenca de México los mexicas encontraron un panorama político complejo y asentado, así como el sometimiento por parte de los tepanecas de Azcapotzalco a casi todos los altepetl. Luego de salir expulsados de Chapultepec por los altepetl de Azcapotzalco, Xaltocan, Culhuacan y Xochimilco, se asientan en Tizapan, dominio territorial de Culhuacan, el cual abandonan por la dureza de las condiciones y un enfrentamiento con los culhuacas, yendo hacia la región de Texcoco antes de elegir un islote donde ya existían asentamientos previos, según evidencias arqueológicas. Según la historia oficial aceptada en un islote al poniente del Lago de Texcoco, fundaron los mexicas México-Tenochtitlan en el año 2 Calli o 1325 en donde se cumplió, según el mito oficial, la profecía de un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Ahora se sabe que los mexicas se establecieron previamente en diversas poblaciones, incluso fundaron algunas ciudades (como ejemplo Huixachtitlan), la información codificada en los documentos revela que ya habitaban el islote desde 1274. El asentamiento final incluyó la aceptación de Azcapotzalco como altepetl supremo, tributándole periódicamente y una condición general de obediencia. El islote estaba crecido de tulares, carrizos y una rica diversidad acuática que les permitirá la subsistencia así como una posición militar estratégica, si bien los primeros años sus condiciones de vida serán precarias.

Creado por : Walter Izquierdo

Historia


Origenes

El origen de los mexicas se sitúa entre los grupos hablantes de náhuatl del norte del actual México y antecesores de los asentados durante la llamada etapa chichimeca. Tradicionalmente se pensó que hubo una división rasa entre Aridoamérica —con grupos cazadores-recolectores principalmente— y Mesoamérica, con pueblos sedentarios y agricultores. Por los estudios más recientes se sabe que no fue así y que la diversidad étnica permitió a muchos grupos de origen chichimeco poseer diversos grados de estratificación y sedentarismo, según las variantes regionales y las condiciones ambientales donde se asentaron. Por ello al tener un contacto mayor con grupos mesoamericanos adoptan modos y usos civiles que tenían ya de alguna forma en el norte del actual México. En el siglo XII ocurrió la desintegración de Tollan, provocando ello una dispersión demográfica de grupos tolteca-chichimecas que avanzaron sobre Cholula, ocupándola luego de derrotar a los grupos olmeca-xicalancas ahí asentados con la ayuda militar concertada por los jefes Icxicóuatl y Quetzalteueyac, líderes de los cholultecas, en Chicomoztoc. Ahí obtuvieron el apoyo de los totomiauque, los cuauhtinchantlaca, los acolhúas chichimecas, los texcaltecas o tlaxcaltecas, los malpantleca, los zacateca y los tzauctecas. Dicha alianza militar derrotó a los olmeca-xicalancas asentados en el altiplano central de los altepetl de Xochimilco, Ayapanco, Teciuhquemecan, Texalucan, Tilihuacan, Cuiloc y Auzolco, provocando el asentamiento y procesos mayores de interrelación étnica. Grupos chichimecas inmigrantes del norte no cesarán de migrar hacia el Altiplano Central y los valles de Puebla y Tlaxcala, originando mayores conflictos y alianzas entre altepetl. Dicha migración dio origen a la formación de núcleos poblacionales, teniendo como el más importante de los siglos XII y XIII a Chalco-Amaquemecan, que agrupó cuatro enormes cabeceras con doce señoríos y dieciocho grupos étnicos.[cita requerida] La estructura derivada de estos pueblos que integran altepetl de mayor o menor poder será a la que los mexicas lleguen como la última gran migración hacia el centro del país en búsqueda de un sitio para asentarse, dado que el uso general en la resolución de conflictos no se hacía por lo general con la parte bélica que implicaba la conquista de un altepetl o con su destrucción, sino con la migración, integrando o desintegrando señoríos (como el caso de Xaltocan con los otomíes) y disponiendo de la movilidad de amplios grupos poblaciones por parte de los ganadores.

Creado por: Alejandra Silva

Los Aztecas o Mexicas


Introducción

Los mexicas,llamados en la historiografía tradicional aztecas— fueron un pueblo indígena de filiación nahua que fundó México-Tenochtitlan y hacia el siglo XV en el periodo Posclásico tardío se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que conoció Mesoamérica asentados en un islote al poniente del Lago de Texcoco hoy prácticamente desecado, sobre el que se asienta la actual Ciudad de México. Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México —Tlacopan y Texcoco—, los mexicas sometieron a varios pueblos indígenas que se acentaron en el centro y sur del territorio actual de México agrupados territorialmente en altepetl. Los mexicas fueron el último pueblo mesoamericano que condensó una rica y compleja tradición religiosa, política, civilizatoria, cosmológica, astronómica, filosófica y artística aprendida y desarrollada por los pueblos de Mesoamérica a lo largo de muchos siglos. Junto con los mayas son el tema más estudiado de la historia mesoamericana dado que se conservan fuentes documentales y arqueológicas, así como numerosos testimonios hechos en su mayoría de forma posterior por sobrevivientes de la Conquista de México. La numerosa cantidad de estudios sobre los mexicas hechos por investigadores de todo el mundo hace difícil una síntesis o un panorama general por la especialización de los estudios y las numerosas polémicas, que han permitido desechar conceptos y términos indígenas inadecuados apoyados en la lingüística, la antropología y la arqueología, los cuales durante muchos años fueron usados por estudiosos de los mexicas, basados en interpretaciones modernas y en muchos casos eurocentristas. La mitología mexica, hecha bajo el mandato virtual de Tlacaélel, situó el origen mítico en Chicomóztoc (náhuatl: chicome-oztotli-co, 'Lugar de las siete cuevas' )?, sitio relacionado con Aztlán —de donde viene el etnónimo azteca—, aunque no existe consenso sobre el punto exacto donde se encuentre el sitio por tratarse de un sitio mítico. La lengua de los mexicas era el náhuatl clásico, que actualmente es la lengua indígena con la mayor comunidad lingüística en México. El etnónimo azteca fue popularizado por investigadores muy posteriores a su tiempo. Sin embargo, cabe mencionar que los mexicas no se llamaban a sí mismos de esa forma, sino que fue resultado de una mala designación posterior; y que las crónicas posteriores los nombraron en todo momento como «mexicanos» o «los de México». A la llegada de los españoles, los mexicas mantenían relaciones de tensión con los altepetl sometidos, a los que les imponían fuertes cargas tributarias. Esta situación fue aprovechada por los recién llegados en 1519, que rápidamente establecieron alianzas con los zempoaltecas y los tlaxcaltecas. Tras la caída de México-Tenochtitlan, la élite gobernante mexica fue sometida e integrada gradualmente a la sociedad colonial, recuperando muchos de ellos cargos y privilegios. El resto de la sociedad mexica sufrió una serie de colapsos -principalmente el demográfico- en todas sus estructuras pero fueron muchas las continuidades y resistencias que permanecieron por mucho tiempo y hasta nuestros días en los pueblos indígenas de México, aunque el grueso de la población entró en un proceso de una caída demográfica histórica en menos de un siglo sufrida por todos los pueblos indígenas por las nuevas enfermedades europeas y la explotación española.

Creado por: Diego López